Para entender qué driver elegir
Ben Hogan -a pesar de afirmar que el golf era más difícil si no se pegaban bien los hierros- cuando le preguntaban qué palo era el más importante decía sin dudar: “El driver”. ¿Por qué? “Porque en 14 de los 18 hoyos se sale con el driver y si no caes en el fairway olvidate de hacer par”. **
Para poder elegir bien tu driver tenés que saber 3 o 4 conceptos técnicos/reglamentarios básicos:
1. La USGS y R&A tienen un reglamento para los fabricantes de palos que limita las “ayudas a los usuarios” que los palos pueden incorporar en su diseño y fabricación, een el caso del driver hay una que limita la capacidad de la cara de los palos a despedir la pelota. Esa limitación que se conoce como CT (tiempo característico en inglés) hace que todos los drivers de marcas más o menos conocidas estén en el límite y no se sacan ventajas en cuanto a dar más distancia: en criollo, “pegan lo mismo”.
2. Los drivers modernos son más permisivos, entre otras cosas, porque la ubicación de peso en su interior permite que los golpes fuera de centro provoquen menos desviaciones de la cara del palo (mayor momento de inercia de la cabeza -MOI-)
3. Cuanto más loft tiene un palo más fácil es que pegues derecho (porque más loft es igual a más spin, que es lo que ayuda a mantener la pelota derecha)
4. Para golfistas que pegan menos de 200yds de aire con driver, el loft ideal está más cerca de 14° que de 10,5°. Para entender esto basta recordar que para ese grupo de golfistas (mayoritario entre los aficionados) es común escuchar comentarios entre sí marcando: “Viste que desde el tee con la madera #3 (15°) pego igual o más que con el driver!!!”
Para completar el panorama, otro dato de aplicación general: las varas de grafito no pegan ni media yarda más que las varas de acero. La vara no agrega nada en materia de distancia. Está probado científicamente y verificado en la práctica. Son mucho más livianas que las de acero, absorben más las vibraciones de golpes fuera de centro, pueden tener vuelos de pelota más altos, etc. pero, distancia, no te quitan ni agregan nada.
**(Ben Hogan, libro Power Golf (1953), págs. 59 y 60)