¿Cómo mejorar el Sandwedge?
Un ejercicio sencillo
A menudo me encuentro con jugadores de 'handicap' medio o bajo que me confiesan tener problemas para levantar la bola con el 'sand wedge' alrededor del 'green', especialmente si ésta no está perfectamente colocada sobre la hierba y enseguida me viene a la mente la imagen de la situación de la que hablan, que por cierto, es de lo más habitual.
El acucharamiento
Lo que está ocurriendo es que estos jugadores acucharan la bola para intentar darle altura, algo que sólo 'funciona' cuando la bola está en una buena posición sobre la hierba. El acucharamiento aparece por una acción pobre o tardía del cuerpo en la bajada del palo y por la reacción de una muñecas que se quiebran excesivamente para pasar el palo por debajo de la bola, lo que ocasiona un ángulo de ataque ascendente o débil además de que la cara del palo entra con más grados de lo esperado. Todo ello hace que aparezca el temido filazo o también el famoso salto de rana cuando no nos encontramos la bola perfectamente colocada. Así, cuando se nos presenta una mala posición de la bola -ya sea en una calva, una chuleta o enredada en el 'rough'- empezamos a 'ver fantasmas'.
Todo esto ocurre porque el jugador intenta pegar a la bola 'hacia arriba', osea, con un ángulo de ataque ascendente. Es lógico pensar que si queremos dar altura a la bola habría que pegarla 'de abajo hacia arriba', pero técnicamente no es correcto. Aunque parezca una contradicción la bola sale hacia arriba pegándola hacia abajo.
¿Cómo puede ser?
Pues porque lo único que debe dar altura a la bola es el ángulo de la cara del palo. Y la única responsabilidad del jugador consiste en conseguir que la cabeza del palo se situé debajo de la bola en el momento del impacto. La forma más efectiva de hacerlo, teniendo en cuenta el diseño del 'sand wedge' y la posición de la bola sobre el terreno, es golpeando de forma vertical o descendente. Si necesitamos más altura en el vuelo de la bola abriremos y debilitaremos la cara del palo, pero no golpearemos con un ángulo de ataque ascendente.
Golpe Alto
Para el golpe por alto con el 'sand wedge' colocaremos más peso sobre el pie más cercano al objetivo (pie izquierdo para diestros y derecho para jugadores zurdos) con un reparto aproximado del 60 por ciento - 40 por ciento. Empezaremos moviendo el palo directamente hacia arriba (no para atrás) por la acción de manos y brazos; el cuerpo girará muy poco (lo justo provocado la acción de brazos al subir el palo) y nos aseguraremos de que el peso del cuerpo sigue sobre el pie más cercano al objetivo, es decir, no lo cambiaremos de pie al subir el palo.
Al arrancar la bajada, el protagonismo pasará a la acción del cuerpo, que debe girarse en la dirección del objetivo y trasladar todo el peso hacia el pie izquierdo (jugadores diestros). Por supuesto también utilizaremos las manos y brazos para atacar a la bola 'de arriba a abajo'. De esta forma, la chuleta empezará justo después del contacto con la bola y no antes.
El ejercicio
Para el ejercicio necesitamos la varilla de un palo roto -por esto nunca hay que tirarlas, tienen muchas utilidades-. Utilizaremos esta varilla para agrandar el tamaño del 'sand wedge' hasta que mida 1,40 aproximadamente. Podemos fijar ambas varillas con cinta o simplemente, sujetando firmemente con las manos.
1. Nos colocaremos para hacer un 'swing' sin bola, de forma que la prolongación del palo nos pase entre el costado y brazo izquierdo (jugadores diestros).
2. Haremos medio 'swing' y dado que la varilla ahora es tan larga, tendremos que controlar el exceso de quiebro de las muñecas en la bajada del palo, así como procurar que el cuerpo se aparte rápidamente. De esta forma la varilla no nos golpeará el costado y esa es la señal de que estamos haciendo bien el ejercicio.
Si practicamos este ejercicio, seguramente conseguiremos evitar más de un salto de rana y algún que otro topazo. Una manera sencilla de que adquiramos confianza y soltura con los palos de mayor ángulo. Porque cuando conseguimos la confianza necesaria podemos ejecutar con éxito casi cualquier golpe aunque la bola esté mal colocada.
Fuente: Manuel Guirao, profesional de golf y profesor de la Academia de la PGA en Roda y profesor de la Escuela de la FGRM - Oct 2010
Comentarios